A veces me duermo en su regazo,
Sus manos descansan a mi lado.
Nadie nos evita el abrazo,
en la siesta, está todo tan callado.
Ella tapa todas mis heridas
Porque destila lunas sonriendo,
Tal vez hace propias mis caídas
Las guarda y le están ardiendo.
Hoy abanica miedos y dolor,
Sabe traspasar abismos corriendo
Avanza sin prisa y difunde calor.
Su sol brilla de coraje,
Ahoga condenas con amor.
Se que no se irá, anda en mi carruaje.
©Carolina Guaglianoni
2 comentarios:
Carolina, llegué hasta aquí por el enlace en el blog de Viviana.
Me encuentro con estos bonitos poemas.. Y en particular éste soneto para ella tan lleno de sentimientos y agradecimientos me llegó a lo más profundo de mi corazón. Se lo llevo a una tía para leérselo.. "Ella" a veces parece saber más de lo que le cuento.. Intuye mi tristeza.. Hace propias mis caídas.
Hay que cuidar siempre de Ellas.
Cariños Caro,
Carolina
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